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sábado, 9 de febrero de 2013

¡¡¡Una bestialidad!!! Los partos de las adolescentes de Guadalajara y San Cristóbal


¡¡¡Una bestialidad!!!
 Los partos de las adolescentes  de Guadalajara y San Cristóbal
Lic. Luis Ma. Ruiz Pou


Nuestro país es uno de los 6 países del mundo donde está prohibido interrumpir un embarazo en cualquier forma médica, aunque sea para salvar la vida de una mujer.

La adolescencia, es un período de transición, una etapa del ciclo de crecimiento que marca el final de la niñez y anuncia la adultez.

Uno de los momentos más importantes en la vida de una mujer adulta, es cuando la maternidad deseada (consentida) llama a sus puertas. Conservar a un ser en su vientre, traerlo a este mundo y acompañarlo en su crecimiento, puede considerarse como uno de los momentos importantes en su vida.

Lo contrario, sería cuando se trate de una adolescente, que aunque esté en capacidad reproductiva, no está emocionalmente consciente de lo que es la maternidad  (Preconcepción, embarazo, parto, postparto y crianza).

Recientemente dos sucesos impactaron a las sociedades mejicana y dominicana con la noticia de que adolescentes quedaron embarazadas por violación sexual,.

El primero en Guadalajara con una niña de 9 años  violada por un joven de 17, dio a luz a un bebé de casi tres kilos en el oeste de México, Estado de Jalisco. Las autoridades de salud le darán seguimiento muy cercano al desarrollo del bebé, debido a la corta edad de su madre.

El segundo: en San Cristóbal con una niña de 11 años bautizada por los médicos con el nombre de “Lucecita”, dio a luz a un bebé de 4 libras en el hospital Juan Pablo Pina, tras haber quedado embarazada fruto de una violación sexual cometida por un miembro de su familia.

“Lucecita” se encuentra en la unidad de cuidados intensivo, producto de un sangrado que la mantiene en estado delicado. El director del hospital informo que dentro de su estado de gravedad está estable.

El artículo 317 del Código Penal Dominicano sanciona con penas de dos a cinco años a toda mujer que se provoque un aborto, con o sin asistencia, en tanto que impone penas que oscilan entre los cinco y veinte años al personal médico que interviene en su realización.

 Especialistas en diferentes áreas, consideran que al existir la prohibición legal sobre la interrupción del embarazo, “Lucecita” “ha sido sometida a un trato cruel, degradante e inhumano, colocándola en un hilo entre la vida y la muerte”.

Aún está fresca en la memoria del pueblo, que producto  de la presión ejercida por varios sectores del catolicismo, evangelistas y políticos, bajo la sombrilla de una “Cruzada de Reafirmación Cristiana” (misma que promovió el derrocamiento de Bosch en 1963), se aprobó “El Pacto de las corbatas Azules” como plataforma o antesala para la modificación de la Constitución y colocar el artículo 37 para prohibir el aborto en todas sus formas, al reconocer la existencia de la vida humana desde el momento de la concepción.

El primer caso después de modificar la constitución que puso en alerta la “hipocresía” de esa prohibición, fue el de la niña de 16 años, enferma de leucemia, violada sexualmente y embarazada, a la que se le  llamaron “Esperanza”, puso en aprietos a los médicos, ya que en estos casos los protocolos indican interrumpir el embarazo (aborto terapéutico) porque la quimioterapia puede bajar las plaquetas y la hemoglobina a la gestante y afectar el embrión. Finalmente “Esperanza” y su Bebe murieron..

Las motivaciones para la aprobación esta Ley, fue el producto de la complicidad política, el barbarismo teocrático del oscurantismo y la doble moral de quienes en todas partes la  predican en “calzoncillos”.

 ¿Los promotores del artículo 37, financiarán los gastos generales (manutención) de esos niños de madres adolescentes producto de una violación sexual? ¿Buscarán psicólogos para asistir a las menores violadas? ¿Qué harán ellos en los casos de embarazos  de una relación incestuosa? ¿Cuál será la solución que plantearán en los casos que el embarazo ponga en peligro la vida de la madre? ¿Que se haría cuando la menor violada quede embarazada por uno con SIDA o el  feto presente malformaciones? ¡¡¡Nada!!!

Lamentablemente estas muertes solamente se producen en adolescentes de bajo estratos sociales. Las de clase media, siempre pagarán un médico que le resuelva el problema o se trasladan a países donde el aborto es legal.

Qué pena, que es precisamente a estos sectores desposeídos que el catolicismo, los evangelistas y políticos se ufanan en representar y defender. Las muertes de estas adolescentes, ¡¡¡no tienen perdón de Dios!!! 

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