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sábado, 26 de septiembre de 2009

Una isla en el mundo de impunidad y corrupción

pelandoelplatano@gmail.com
Por/Lic. Luis Ma. Ruiz Pou
En una isla del Caribe, fueron muchos los gobernantes dictatoriales, intolerantes y autoritarios, que abusaron y se aprovecharon para aumentar su propia riqueza y las de sus aliados con cuentas amañadas, negocios realizados en el plano de la confusión, entre los intereses particulares y la función gubernamental.

Con estos tipos de gobernantes, donde impera el talento retorcido y la delincuencia de cuello blanco, es inevitable que la corrupción y la impunidad, cuando se desarrolla en un sistema de gobierno democrático, el Estado de derecho queda hecho leña.

La historia, que en forma de guión narráramos, es totalmente imaginaria. Cualquier parecido con hechos ocurridos en nuestro país, “es pura coincidencia”.

Sucedió en una nación, que por su forma geoterrestre, y su medio de vida, se podría comparar con una isla bananera. Dicha isla, tiene una historia política azarosa. Su origen como república, pasó por los momentos más difíciles. Entre otros, invasiones y ocupaciones, por tropas extranjeras; además de traición por parte de algunos de sus habitantes, los cuales dieron motivos para que se instalaran gobiernos autoritarios y dictadores.

El último de los dictadores contó con la colaboración de varios intelectuales. Uno de ellos, se alzó con el poder hasta su muerte. Dicho colaborador fue un egresado de la escuela “maquiavélica” que resultó se un discípulo aventajado y con grandes éxitos en sus gestiones de gobiernos.

Esa persona, que había sido gobernante de la isla en cuestión, se le brindó en bandeja de plata, nuevamente la presidencia; debido a que los candidatos del partido en el poder, perdieron el tiempo enfrascado en una lucha de tendencias partidarias.

Al retornar al poder, ése gobernante puso en marcha el plan: “eliminación política” de su principal opositor, acusando a sus más destacados dirigentes de comunistas, en un caso, y en otro de corruptos. Seleccionó a un “prestigioso” abogado, dándole luz verde en todos los sentidos, para que encausara a los funcionarios del partido perdedor por corrupción.

El “prestigioso” jurista, montó una trama que consistía en inventarse falsas auditorias, para que en sus conclusiones se observaran faltantes o mal manejo de fondos público.

Como el gobierno bananero controlaba los estamentos de la isla, le facilitó todas las logísticas al “prestigioso” jurista, para que éste pudiera jugar al sometimiento de algunos ex funcionarios previamente seleccionados; pero le fue imposible, reunir pruebas evidentes que soportaran su expediente penal con una figura jurídica inventada.

Se montó un espectáculo judicial de mal gusto. Los juicios se iniciaron, pero el famoso “jurista”, nunca pudo aportar pruebas contundentes de sus imputaciones, ya que las evidencias presentadas, tenían pocos fundamentos.

Por eso, se inventaron un supuesto atentado contra un empleado público que actuaría como testigos de cargos. La persona buscada para la simulación del atentado, fue un ex oficial, que había sido dado de baja por conducta dudosa.

Al ex oficial, se le había prometido reincorporarlo una vez terminada la misión que se le indicaría. ¡No rehusó la oferta! Se estudió muy bien el libreto. Cumplió a pié juntilla el guión. ¿Qué pasó?... Bueeeeno..... Algo del libreto salió mal.

Disparó de acuerdo a lo estudiado para la escena, con tan mala suerte, que el tiro se desvió, y murió una persona inocente que iba de pasajero en la paarte trasera del vehículo utilizado para la trama. ¿Qué se perseguía con esta simulación? ...¡Oh!.. Acusar a uno de los colaboradores más cercano del gobierno saliente de ordenar eliminar al principal testigo de la acusación, como se ven en las películas mafiosas y de espionajes.

Continuaron las cosas. Acusaciones de todas las índoles: droga, lavado, nepotismo, peculado, robo, falsificación de documentos públicos, abuso de confianza, estafa, compras a sobre precios, etc.

Ese espectáculo, le bastó al gobierno bananero, para lograr los objetivos políticos trazados, que fueron lograr impunidad jurídicas por los actos de corrupción; por eso, el gobernate de turno, decidió apoyar a un candidato de la oposición diferente al del partido sometido a la justicia.
Ese candidato ganó en una segunda vuelta. Gobernó la isla de tal modo, que su gobierno terminó de la manera más desastrosa políticamente hablando que ser humano haya conocido, por los actos de corrupción.

Y es que en esa isla, el padrinazgo está siempre en primera fila, protegiendo la impunidad y la corrupción, para que los funcionarios no le limiten sus intereses solamente al mundo de los negocios privados, sino que le permitan manejar parte de los recursos públicos.

Así las cosas, al presidente saliente lo protegen para que no sea encausado de corrupción. Es que la impunidad cubre a la corrupción. Es destructiva para el sistema democrático. Una protección privilegiada y abusiva, genera corrupción porque es una aliada de la complicidad. No olvidemos que el fin del Imperio romano se debió a la corrupción, el nepotismo y la impunidad.

1 comentario:

  1. Mi querido amigo, esto que relatas es algo comun en nuestros paises tercermundistas, a pesar de la evolucion de los tiempos se mantiene ese comportamiento corrupto, paternalista donde solo se enriquecen segun el partido que gobierna. Siendo la oportunidad de progreso material la politica o el reconocimiento deportivo, nada todo se maneja como una rueda que los que estan arriba son los que gozan, pero mantenerse en este privilegiado lugar, es casi imposible. Creo que en este aspecto hay mucho de quienes hablar, pues impera el dinero mal habido, el depotismo y el abuso de poder. Dentro de este caos ciclico, solo nos conformamos con ver los aspectos lindos que nos brida la vida. Abrazos...Carmen Rosa UTE

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