Lic. Luis Ma.
Ruiz Pou
Usted puede conocer el
corazón de una persona por las obras que hace. “Por sus frutos os conoceréis”
(Mateo 7:16)
Se ha dicho que el futuro
es la porción de la línea temporal que todavía no ha sucedido; en otras
palabras, es una conjetura que bien puede ser anticipada, predicha, especulada,
postulada, teorizada o calculada a partir a partir de datos en un instante de
tiempo concreto. Todo ser humano se interesa por conocer su futuro.
Si tomamos los hechos
reseñados por los medios de comunicación, tanto escritos como electrónicos señalando
al ex presidente doctor Leonel Antonio Fernández Reyna y al ingeniero Miguel
Octavio Vargas Maldonado en actos reñido con la ética administrativa y la moral
política, estos señores no tienen futuro en su carrera política.
Ambas figuras son cuestionadas
por acciones que lo llevaron a cometer errores; que con exactitud, usted podría predecir cuál será su destino en el
futuro.
En las administraciones gubernamentales
del Leonel Fernández, los medios informaron una serie de hechos cometidos por
algunos funcionarios de su gobierno duramente cuestionables como: obras
supuestamente sobrevaluadas, contratos de grado a grado, préstamos en moneda
extranjera sin la debida aprobación del Congreso y sin que se haya sabido el
destino de ese empréstito.
El periodo 1996-2000 la
administración Fernández fue bastante cuestionada, a tal grado, que sus propios
compañeros de partido finalizado su gobierno, criticaron su accionar. El primer
acto de corrupción denunciado fue por un Subsecretario Técnico de la
Presidencia que denunció las compras de “Jeepetas” para ser usadas por
funcionarios, a precio sobrevaluadas. Dicho miembro del gobierno fue cancelado
inmediatamente. Primer round para el inicio de una cadena de corrupción y
latrocinio que continúo hasta el 2012 con una serie de licitaciones y contratos
en violación a la Ley de Contrataciones Públicas y otras violaciones penales y
administrativas.
El ingeniero Miguel Vargas
tuvo una exitosa gestión como Secretario de Estado de Obras Públicas en el
gobierno de Hipólito Mejía Domínguez, lo que le facilitó lograr un gran
liderazgo dentro de su partido, a tal grado, que fruto de eso, pudo sacar de la
contienda a connotados dirigentes en la convención para elegir el candidato/a presidencial
del PRD. Derrotó a la doctora Milagros Ortiz Bosch.
Por el éxito obtenido en
dicha convención, Miguel se desenfrenó iniciando una purga cancelado a los
viejos empleados de su partido, quienes conocen muy bien a cada dirigente de
zona sobre la base en la formación de un “nuevo PRD” y la institucionalidad.
También aprovechó su popularidad
para firmar un pacto con Leonel Fernández a la sazón presidente de la República,
el cual fue bautizado por el pueblo como el “Pacto de las Corbatas Azules”.
Miguel no tenía autorización de la Comisión Política, ni del CEN, ya que en ese
momento, aún no se había juramentado como presidente del PRD.
Después de la firma del
pacto, Miguel cometió una serie de errores infantiles en su accionar, desde
negarle el derecho a dirigentes que fueron electos por las bases a ser
candidatos a cargos de elección popular, hasta señalar de “dedo” a candidatos a
diputados, regidores, síndicos y senadores que no militaban en el PRD. Así como
imponer mediante el fraude a las otras dos autoridades partidarias que le
acompañarían en su gestión, desconociendo a los demás aspirantes: Ejemplos:
Guido Gómez Mazara, Fausto Liz, Antonio (Tony) Peña Guaba y otros que
provocaron la crisis que sacude a esa organización y que actualmente está invalidada para competir en los
comicios de 2016.
Ahora se le acusa de
aprovecharse de su posición en el PRD para tomar un préstamo irregular y
privilegiado de 585 millones de pesos con el Banco de Reservas en momento que
su partido competía con el del gobierno para las elecciones presidenciales de
2012, otro “error” cometido, pero siempre en favor de su intereses económicos.
El expresidente Hipólito
Mejía, está en la misma posición de lo anterior. Cuando fue presidente, utilizó
un lenguaje banal, atropellante y destemplado que le generó muchas críticas.
Luego en mayo del 2002, forzó mediante una rara
maniobra la modificación de la Constitución en su artículo 49 para
permitir la re postulación inmediatamente terminara su mandato. El pueblo no lo
reeligió.
Para las elecciones del
2012, continuó con el mismo estilo con su lenguaje, que le granjeó un gran
rechazo; a tal grado, que para el mes de septiembre del 2011, tenía
prácticamente las elecciones en sus manos. Hizo como los lanzadores malos,
ganando el juego: “Votó la bola hacia las graderías (bleachers).
Ante el rechazo hasta
ahora demostrado por una mayoría del pueblo; la pregunta obligada: ¿Ante tantos
errores cometidos por estos señores, serán tomados encuentra en el futuro
inmediato?
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