BUENOS AIRES, nov 25 -- El alcalde de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, se defendió tras la reprimenda del cardenal Jorge Bergoglio, y por no impugnar una decisión judicial que permite el matrimonio de dos personas del mismo sexo.
"Como siempre hemos tenido un diálogo respetuoso y cordial, ya que nos conocemos desde hace años con el cardenal y vamos a seguir teniendo la misma relación más allá de que en algún punto tengamos opiniones diferentes", dijo el jefe de Gobierno de la Ciudad tras la reunión con el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina.
"Obviamente, yo soy católico, pero en este caso me corresponde representar a toda la ciudadanía y le expresé que esto tenía que ver con una convicción personal", argumentó, e insistió en dejar en claro que el caso del fallo dictado por la jueza Gabriela Seijas tiene el carácter de una "medida cautelar" por lo que aconsejó esperar a que llegue el momento de "debatir el tema de fondo en instancia judicial".
Además, insistió el alcalde Macri, "mi decisión tuvo que ver con convicciones personales que creo que hacen al deber de un conductor político en cuanto a resguardar la libertad de los ciudadanos, independientemente de las creencias religiosas y más allá de que entendemos y respetamos la posición de la Iglesia".
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