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miércoles, 16 de septiembre de 2009

Solución salomónica en la JCE

Por:/ Lic. Luis Ma. Ruiz Pou
pelandoelplatano@gmail.com


Miguel Vargas Hipòlito Mejìa


Famosa es la historia en que el rey Salomón hubo de dirimir entre dos mujeres que se disputaban la maternidad de un lactante. El temido filo de la espada que mandó a traer para partir en dos esa preciada criatura hizo despejar las dudas de quien estaba en posesión de la verdad.

El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) celebró el pasado 19 de julio su XXVII Convención, donde fue escogido como presidente el ingeniero Miguel Vargas Maldonado y, además, los delegados aprobaron el nombramiento de varios miembros a cargos que vencieron el mismo día, como fueron: Secretario General, de Organización y Presidente en funciones.

La lista de los nombrados fueron: el Senador por Dajabón, Mario Torres, como Secretario General interino; licenciado Teófilo Rosario, como Secretario de Organización y el Senador por la Provincia de Moca, Andrés Bautista.

Al conocerse dichos nombramientos, la corriente interna del ex presidente Hipólito Mejía reaccionó elevando una instancia ante la Junta de la Central Electoral (JCE) para oponerse a la proclamación de Miguel Vargas Maldonado como presidente de esa organización. De acuerdo con la instancia, lo que se busca es el “restableciendo el orden interno al estado en que se encontraba a la fecha del acto convencional” del pasado 19 de julio, de conformidad con la resolución 049-2009 de la Cámara Contenciosa”.

Inmediatamente el PRD, por medio de sus abogados, ripostó depositando ante el órgano electoral un escrito de defensa contra la impugnación a las resoluciones adoptadas en la pasada Convención Nacional, elevada por un grupo encabezado por el ex presidente Hipólito Mejía.

La introducción de dicha instancia, colocó a la JCE en una posición difícil, que la pondría a saltar al vacio por las presiones que recibiría, tanto del sector “PPH”, del “MVP” y del sector gobierno, que se favorecería de la crisis que originaría una ganancia de causa para Hipólito y su grupo, ya que podría “truncar” la candidatura de Miguel Vargas.

La junta, después de varios plazos para tomar la decisión, por vía de la Cámara Contenciosa, que tenía la obligación de dirimir la situación planteada a favor o en contra de uno de los grupos en disputa, había dedicado varias horas de trabajo discutiendo cómo saldría del atolladero y, ante el acercamiento del 27 de septiembre, fecha programada para la celebración de la Convención del PRD, donde se escogerían por igual a los candidatos para las próximas elecciones congresionales y municipales, buscó la afilada espada del Rey Salomón para partir convenientemente entre las dos facciones, la instancia de referencia, resultando lo siguiente:

1-Anuló las decisiones tomadas por el ingeniero Miguel Vargas Maldonado, como presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), en la convención ordinaria del pasado 19 de julio, sobre el entendido de que se violó la resolución del organismo de elecciones que determinó que ese acto sólo era para su proclamación.

2-Validó como presidente de la Comisión Organizadora de la Convención del 27 de febrero a Tomás Hernández Alberto, así como los demás miembros.

3-Anuló la resolución sexta que designó la Comisión de Control, la Comisión Nacional Consultiva y la de Reforma Estatutaria, en razón de que, según aduce, son competencia de la Convención Nacional Ordinaria.

4-Anuló el Consejo de Disciplina, que preside Julio Maríñez, con cuya decisión el Tribunal Disciplinario no podrá procesar al dirigente Héctor Guzmán, acusado esta semana de indisciplina al señalar al presidente del PRD como responsable de orquestar un fraude en perjuicio de Guido Gómez, aspirante a la Secretaría General.

Como se puede observar, la Cámara Contenciosa con su “Solución Salomónica” favoreció, en parte, la impugnación de Hipólito Mejía y benefició , también, a Miguel Vargas con las designaciones hechas en esa convención, las que más tarde fueron validadas por el Comité Ejecutivo Nacional.

Con la resolución “salomónica”, que es inapelable, la junta complació a las partes y logró salir del tollo en que el “PPH” la había metido.

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