Lic.Luis Ma. Ruíz Pou
E-mail: luisruiz47@gmail.com
El "Síndrome de Estocolmo" es una respuesta psicológica en que la víctima secuestrada o persona detenida, contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con su secuestrador.
Este síndrome nace a consecuencia de un robo en un banco de Estocolmo, Suecia, en el año de 1973. Los delincuentes debieron mantener como rehenes a los ocupantes de la institución bancaria durante 6 días. Al entregarse los captores, las cámaras periodísticas captaron el momento en que una de las víctimas besaba a uno de los captores. Y, además, los secuestrados defendieron a los delincuentes y se negaron a colaborar en el proceso legal posterior.Para robarse las elecciones del 2008 y mantenerse en el poder, el presidente de la República y del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), doctor Leonel Fernández, armado de clientelismo, secuestró a una gran cantidad de dirigentes de diferentes parcelas opositoras, incluyendo a personalidades de influencia, quienes serian liberados después del conteo de las urnas.El secuestrador logró su objetivo a pesar de las críticas por la compra de cédulas; sin embargo, los secuestrados lo defienden, porque miran con buenos ojos las prácticas clientelitas de su captor, justificando la retención del poder, porque según ellos, él es el único que sabe gobernar.La defensa soterrada de los secuestrados en favor de su secuestrador, debemos diagnosticarla como el "Síndrome de Estocolmo", porque las víctimas, al parecer, enamoradas de su captor, lograron una exitosa alianza en su beneficio. Está demostrado que actualmente se están beneficiando de su accionar clientelista.Al parecer, en nuestro país subyace en los partidos políticos el "Síndrome de Estocolmo". Por eso no podemos espantarnos por la naturaleza de la frase de corte político: "Nada dura para siempre. Los proyectos políticos nacen, se desarrollan y se transforman". Pero ¿luego mueren?... ¡Si mueren! Porque la visión de las elites políticas y económicas del país, actualmente tienen una fuerte interrelación con las altas instancias de los partidos de oposición y el Palacio Nacional.Sabemos que el poder se construye con la condición de sostenerse con el apoyo de otro; de ahí la sumisión de la oposición frente al gobierno del PLD, porque ellos también se están auto apoyando en beneficio del uno con el otro.Como resulta natural, nadie supuestamente sabe a ciencia cierta lo que pasará en las urnas con los procesos electorales de mayo de 2010 y de mayo de 2012. Por la mala imagen que tiene este gobierno, muchos creen, suponen, imaginan y, hasta esperan, el inminente esfuerzo del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) para lograr obtener la mayoría legislativa y luego la presidencia de la república.Por la inacción de la oposición, y debido al encanto que tienen con el gobierno, concurrirán al famoso "Diálogo" convocado para discutir muchas cosas; que en el fondo es modificar el artículo 49 de la Constitución para la re-postulación de su secuestrador. ¡Todos asistirán enamorado al show!....-¡No les importará lo que salga de allí!Tenemos que recordar que la caída del PRD en el Congreso, fue por el maridaje del poder presidencial con algunos dirigentes de esa organización, que negociaron soterradamente ese poder en favor del PLD.Parece que en el perredeismo todo o casi todo, junto con su candidato más popular, Miguel Vargas Maldonado (MVP), pasaron de la histórica crítica y la toma de las calles para obligar al gobierno a que actúe con apego a la Constitución y las leyes, a la práctica de la pasividad opositora. Los partidos de oposición, por su fracaso electoral, parece que promueven la inercia política para que el PLD modifique la Constitución a su antojo y para que en las próximas elecciones congresionales y municipales retenga su "Congreso para el Progreso".Todo indica que actualmente el principal partido de oposición está "envilecido" por las actuaciones indelicadas del gobierno; pero como algunos de sus dirigentes se están beneficiando, se hacen "cómplices" por el "Síndrome de Estocolmo".
viernes, 16 de enero de 2009
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