La dignidad y la
virginidad se venden ¡Alguien las compra!
Lic. Luis Ma. Ruiz Pou
“La
dignidad hace referencia al valor inherente al ser humano en cuanto ser
racional, dotado de libertad y poder creador, pues las personas pueden modelar
y mejorar sus vidas mediante la toma de decisiones y el ejercicio de su
libertad” (Wikipedia).- La virginidad es
el estado en el que un proceso u objeto cualquiera se mantiene sin haber
sufrido ninguna alteración desde su origen.

La
dignidad está vinculada con el honor, porque
obliga al sujeto a cumplir con los principios de la mora y la ética. Es “un
concepto ideológico que justifica conductas y explica relaciones sociales” (Ibídem).
Lo contrario, afecta el honor.
Esta
sociedad está afectada por la pérdida de la dignidad de algunos políticos, de
personas que hacen opiniones por los medios de comunicaciones, que dejaron de
cumplir con los deberes propios a sus prójimos.
Dignidad
que ha desaparecido del escenario del honor, ya sea porque la han vendido, por
entreguismo, por obedecer líneas o por la corrupción pública y privada. El
honor indica hasta dónde puede ser aceptada una persona por sus principios.
Por
la falta de principios y dignidad, los entreguistas, les facilitaron a la
“inversión extranjera” mediante
cuestionables contratos, parte de nuestros recursos naturales y parte de
las empresas nacionales (CORDE-CEDEE-INGENIOS-MINERIA y TERRENOS CON VOCACION
TURISTICA). Por la acción de estos señores sin principios, la sociedad recibió
una estocada en el centro de su “dignidad”. Se siente herida mortalmente.
Sabemos
que la “inversión extranjera” carece de valores morales, porque también perdieron su “virginidad” porque
vendieron su “dignidad”. Son muy dados a la falsedad para beneficiarse. Son
aves de carroña que viven acechando a gobiernos corruptos para sobornarlos o
chantajearlos con amenazas, porque estos o sus funcionarios, han cometido acciones indelicadas
administrando fondos públicos o protegiendo a violadores de leyes internacionales.
El
presidente Danilo Medina Sánchez, hasta ahora, ha demostrado que no ha perdido
su “virginidad” por venta. Mantiene un
comportamiento intachable con “dignidad” y principios “éticos” en su accionar.
No tiene cola que la inversión extranjera le pueda pisar. Por un principio de honor, está en la
obligación de rescatar la “dignidad nacional” en los casos de la “Barrick
Pueblo Viejo” y “Bahía de las Águilas”. En ambos casos, la mayoría de los
responsables de esos desastres, son las mismas personas que piden revisión.
Ahora
los señores de la “inversión extranjera” están utilizando a comunicadores sin
“dignidad” ni “ética” profesional porque vendieron su “virginidad”.

Cuando
se pierde la “virginidad”, desaparecen los principios. Como algunos políticos entreguistas y
comunicadores sin éticas “venden su dignidad” ¡La inversión extranjera la
compra!
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